jueves, 6 de abril de 2017

Pellízcame

De puntillas, casi volando, sin hacer ruido pero a la vez gritando. Haciéndonos el amor sin tocarnos. Echo de menos tus manos pellizcándome de vez en cuando, como si quisieras comprobar que no estábamos soñando.
A veces me muerdo el brazo, deseando despertarme otra vez a tu lado. Y me sigo preguntando cómo es posible que te siga queriendo tanto, que no sea capaz de dejar de quererte, de dejar de pensarte, de que dejes de dolerme. Pasan los días, los meses, los años. Pasa la vida y todavía me falta el aire cuando me acuerdo de tus dedos clavándose en mi cuerpo. De los besos que te daba por la espalda. De las tonterías que nos decíamos y los sueños tan altos que teníamos. Esos que no cumpliremos, que se murieron contigo. No me puedo creer que estés muerto. Ni que te siga hablando sola como si tuviera seis años y fueras una especie de amigo invisible que me he inventado. A veces siento como si nunca hubieses existido, como si no nos hubiésemos conocido, nunca. Pellízcame otra vez, por favor. Haz que me vuelva a sentir viva, que me vuelva a sentir feliz, capaz de volar. Despiértame otra vez contigo. Despiértate conmigo, vivamos una guerra de pellizcos.
Te echo de menos Lila. Muchísimo.