martes, 22 de noviembre de 2016

"Contigo a bordo mi viaje no es trayecto si no destino"

Y como el humo de tres inciensos que se queman inundó el ambiente con su presencia. Nadie podía verle pero de alguna manera sabían que estaba allí. Iluminándolo todo con la estraña luz de una puesta de sol en una de las playas más bonitas del planeta. Y le respiraron, durante todo el viaje le respiraron. Su cuerpo nunca estaría allí pero ellas habían conseguido llevarle. O al menos eso desearon con toda la fuerza con la que dieron cada paso y escalaron cada roca.
13 meses y todavía me dura este síndrome de abstinencia.
Te azuleo mi amor.


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