jueves, 3 de noviembre de 2016

Llevarte siempre conmigo

Hola mi chico,
Cuánto tiempo sin pasarme por aquí. Ya sabes que he estado super liada preparando el viaje, la visita sorpresa de mi hermano y por supuesto de tus amigos. Estuvimos en la cala aquella de arena blanca tan chula a la que fuimos el verano pasado. Y era raro pensar que ellos estaban ahora allí y tu ya no. La verdad es que me lo he pasado genial y creo que ellos repetirán también, joder si es que son un amor. Cerveza fría, playa, buena compañía y alguna que otra ida de olla. En realidad sólo faltabas tú. Y es que aunque cueste cada día parece que estás un poquito más lejos y es triste. Y no me termino de encontrar, hago muchas tonterías y a veces creo que se me ha ido la cabeza ya del todo pero no lo puedo remediar. Y eso no significa que no te quiero, al contrario. Creo que es verdad que algún día podré llegar a superar todo lo que ha pasado pero no veo el día en el que vuelva a ser yo. Porque esto me ha cambiado tanto... lo ha cambiado todo. También creo que me va a venir genial marcharme de aquí un tiempo, ver sitios nuevos y estar completamente desconectada de todo. Aprender otro idioma, conocer gente e improvisar. 20 días viviendo una aventura que me jode no poder contarte a la vuelta pero que espero que me ayude para, de una vez, resetearme ya. Porque lo necesito, amor.
Ojalá vengas conmigo, ojalá puedas sentir mi ilusión y esa sensación de ser el rey del mundo cuando llegas a un sitio nuevo, precioso. Esa magia que te transmite. Ojalá la sientas. Porque hay cosas que no se ven con los ojos si no con el corazón. Y a ver si perdiéndome al final consigo encontrarme, encontrarte en mi y quedarme más tranquila.
Es inevitable seguir acordándome de ti con cada canción, con cada gilipollez. Sigo estremeciéndome cuando te miro en las fotos, tan sonriente, tus ojos abiertos. Tus ojos abiertos. Que importancia tienen los ojos, no lo imaginas.
Te habrás echado unas risas si nos has visto a toda la tropa en casa de tu prima, que como ella dice al final preferímos que no nos veas para que no sufras, pero joder a veces es casi como si estuvieras. Aunque nunca volverás a estar del todo, a estar completo.
Te sigo echando de menos y eso es algo que creo que no cambiará nunca, aunque me acostumbre a vivir con ello, aunque haya quien no lo entienda nunca. La relación tan especial que teníamos, lo muchísimo que nos queremos.
Y tú, ¿cómo estás tú? Nunca me hablas de ti. ¿Es bonito el cielo?, ¿se ve igual de azul por allí? Espero que sí. Y que me estés esperando contando los besos que tienes que ir sumando a la deuda que me dejaste aquí.
Te amo, Lila. Y de alguna manera, siempre te amaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario