domingo, 15 de mayo de 2016

Campanas de boda

"Por fin había llegado el ansiado 15 de mayo de aquel año. Se ponía su disfraz radiante como nunca se ha visto a nadie jamás. Se veía tan guapa, tan feliz. No paraba de imaginar las pintas que llevarían todos sus invitados, sus amigos, sus familiares... pero sobretodo él. ¿De qué se habría disfrazado? conociéndole imposible adivinar. Pero seguro que también estaría increíblemente guapo, como siempre. Se miraba en el espejo terminándose de maquillar acorde con el personaje que había elegido para aquel día tan especial y no podía parar de sonreír recordando aquella noche del 2015 en la que ambos reían imaginando y planeando cómo sería su boda, una boda singular, una boda en la que quién no fuera disfrazado no podría entrar. Desde que era pequeña ella sabía que ese sería un sueño hecho realidad, y por varias razones especiales se imaginaba casándose un 15 de mayo. Primero porque mayo es un mes precioso que no termina de hacer calor pero ya se despide del frío, segundo porque el 15 es un número inimagináblemente mágico y tercero porque es el aniversario de un acontecimiento histórico a nivel nacional, sobretodo para las personas que, como ella, creen que algún día las cosas podrán cambiar y son revolucionarias de los pies al corazón. Miró el reloj, sólo faltaba poco más de una hora para que comenzara la ceremonia, así que se puso rápidamente los zapatos y salió de casa corriendo, dispuesta a cumplir una promesa. Y entonces, en mitad del camino y sin que nadie lo supiera, se encontró con él, que miraba el reloj nervioso sabiendo que sólo faltaba una hora para enlazar sus vidas oficialmente. Estaba de pie, con el disfraz más extravagante que podáis imaginaros, guapo como él solo. Según la vio acercarse empezó a reírse y se fundieron en el beso más apasionado que nadie pueda imaginarse.
- Has venido. - le dijo él.
- Me hiciste prometerte que el día que me casara te vería una hora antes pasara lo que pasara y aquí estoy.
Se miraron a los ojos y unas lágrimas de felicidad se escaparon de ellos. Es verdad, se lo hizo prometer, pero que feliz le hacía que encima la boda fuera con él. Se rieron. Que divertido.
¿Dará mala suerte ver a la novia antes de la boda si no va vestida de novia? imposible. Y menos ellos, que ya habían encontrado toda la suerte del mundo por tenerse el uno al otro. Se repitieron en voz bajita como si nadie pudiera saberlo lo mucho que se amaban y las ganas que tenían de estar siempre juntos y se fueron a casa para salir cada uno por su cuenta dirección a su propia boda.
Y fue precioso. El momento en el que se fundieron en su primer beso de casados, tiró su ramo de girasoles y empezó a sonar esa música que hacía bailar hasta las olas del mar que tenían enfrente. Había tanta felicidad en el ambiente que casi se podía coger con las manos. Le saltó encima abrazándole muy fuerte para decirle en hawaiano al oído que le amaba y entonces...
Y entonces sonó el despertador y supo que no era 15, ni si quiera mayo. Se disfrazó con la ropa más oscura que tenía y se lavó la cara, el desmaquillaje iba acorde con el personaje que le había tocado. Salió de casa sabiendo que no iba a encontrarse con él, que no iba a su boda si no a su entierro. Y supo que ya nunca podría cumplir su promesa. Supo que ya jamás se casaría."

ALOHA I'A AU OÉ-

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