lunes, 18 de abril de 2016

18x6

¿Cómo puede ser posible que después de medio año siga doliendo como si hubiera pasado ayer? Como si siguieras en el hospital, joder cómo me gustaría que estuvieras en el hospital, que por lo menos allí tenía la esperanza de que volvieras a abrazarme. Pero ya no. Ni esperanza ni desesperanza, sólo queda desesperación. Seis meses que no consiguen que me haga a la idea de que todo esto ha sido real. De que de verdad te hayas marchado para no volver, para pudrirte en una caja. No te mereces estar ahí, ni si quiera te mereces estar en el cielo, te merecías más.
Ayer fui "a verte" y no puedo describir lo que sentía cuando me agachaba en frente de tu lápida y pensaba que eso es lo más cerca de ti que podré estar en la vida. Menos mal que, por suerte, tu prima y ella me acompañaban e hicieron que no me sintiera sola, incluso que me riera. Gracias por haberlas puesto en mi vida, por haberme dejado personas que me sigan cuidando y se preocupen por mi. Al igual que tus amigos, que ayer nos tomamos una cerveza con ellos y aunque sea sumamente extraño que no estés tú, me encanta estar con ellos porque cada uno representa una parte de ti. Supongo que ya sabrás que tus padres te necesitan más que nunca y que espero que estés con ellos y les ayudes a salir de esto. No hay nada peor que escribirle a alguien que no podrá leerlo jamás, por eso no puedo evitar pensar con todas mis fuerzas que de alguna manera soy capaz de transmitirte alli donde estés que te sigo queriendo con la misma locura de siempre, aunque yo ya dude de si me quieres, hasta de si me querías.
Espero que te guste lo que te llevé ayer al cementerio, porque aunque ya no sirva de nada quiero que sepas que nunca dejaré de hacerte regalos, de esos que tanto te gustaban.
Daría todo por tenerte en este mundo otra vez la última semana, por repetir todos esos momentos en los que me hiciste infinitamente feliz y poder devolvértelos de alguna manera.
Gracias por haber cambiado mi vida, por ser la luz que me sacó de la sombra que me tenía absorvida. Por haber sido mi vida, a secas. Gracias por haberme hecho la persona más feliz de este planeta, por todo lo que me ayudaste, lo que me apoyaste, lo que me aguantaste. Gracias por haber sido siempre sincero conmigo, por hacer que confiara en ti ciegamente. Gracias por haberme dejado tantísimos buenos recuerdos, porque hasta los malos nos hicieron felices. Haría lo que fuera por retroceder estos últimos meses en el tiempo, para poder abrazarte más fuerte, mirarte a los ojos y decirte lo mucho que te amo, lo íncreible que eres y serás siempre. Eras lo mejor que ha existido en la vida, en el mundo, en el universo. Gracias por haber decidido compartir los últimos momentos de tu vida conmigo, tus últimos besos. Gracias por haberme convertido para siempre en tu último amor, por haber cumplido mis sueños antes de irte.
Te echo de menos y te echaré toda mi vida, cada vez que me de la vuelta en la cama y no te encuentre abrazándome. Cada vez que mire el buzón por si me has escrito una carta, cada vez que me sienta sola a contemplar el mar en una playa. Te echaré de menos en cada cosa, en cada lugar, en cada persona. Da igual la hora que sea, no importa el día de la semana, me estarás haciendo falta. Como siempre y como nunca.
Te quiero mi vida. Muchísimo. Nadie puede imaginarse cuánto.
Azules noches Lila.

No hay comentarios:

Publicar un comentario