martes, 12 de abril de 2016

Autobuses de larga distancia

Esta madrugada hace seis meses desde la última vez que nos dimos un abrazo, la última vez que me dejaste en esa estación a la que llegaré este viernes, para despedirte de mí y me dijiste lo muchísimo que me amabas y lo pronto que nos veríamos. Recuerdo que tu abuela me pidió que no te dejase quedarte conmigo en la estación hasta que saliera el bus, porque tenías que madrugar al día siguiente y si no sólo ibas a dormir cuatro horas, pero tú te empeñaste en quedarte hasta el último segundo, (y ahora mismo sintiéndolo mucho por tu abuela, menos mal) te pedí que me escribieras como siempre cuando llegaras a casa, y de pronto me mandas un mensaje diciéndome que se te ha roto el coche de vuelta y que estás tirado esperando a la grúa. Yo me reía en el bus, pensando en nuestra mala suerte y me dijiste que te habías pasado todo el puente pidiéndome que me quedara allí contigo y si se llega a romper el coche de camino a la estación me hubiese tenido que quedar. OJALÁ SE HUBIESE ROTO.
Me encantaría tener ese coche algún día, cuando me saque el carnet de conducir le voy a decir a tus padres que si algún día piensan venderlo que me lo vendan a mí, que mira que no es para nada el coche de mis sueños, pero he cumplido tantos sueños en él...
Ahora cuando llegue allí me entrarán los siete males de imaginarte esperándome como siempre porque sé que no estarás y noto como se me rompe el corazón cada vez que miro ese dársena y pienso que hace seis meses estabas allí, con tu carita triste pero sonriéndome mucho, colocando mi maleta, cogiéndome de la mano.
Pero, ¿sabes? menos mal que tenías la mejor prima del mundo y va a venir a recogerme, para que no esté sola. No sabes cómo te agradezco que me la presentaras, que me obligaras a ir con ella a beber cerveza, que ahora pueda contar tanto con su apoyo porque es muy importante para mí tenerla cerca. Me entiende, me apoya, hace algunas de tus funciones en mi vida. Así que muchas gracias por haber conseguido que alguien como ella pueda cuidarme en tu nombre y no me sienta tan sola.
El domingo voy a ver a tus padres, espero que estos días que te siento menos sea porque estás al lado de tu madre, porque te necesita mucho, ¿sabes? tienes que darle mucha, mucha fuerza allí donde estés, no dejes que se rinda, ¿vale?. Yo el domingo le daré un abrazo muy fuerte de tu parte.
Estoy terminando mi proyecto, vida. Espero que me de tiempo a acabarlo antes del domingo para poder llevártelo al cementerio... que tengo ganas de ir, la verdad. (A ver, obviamente lo último de lo que tendría ganas en mi vida es de ir a verte a un cementerio, ¿no?, pero que necesito ir, sentirme más cerca de tu cuerpo y de tu gente). Hace casi cinco meses desde la última vez que fui, no sé como lo voy a llevar. Te echo tanto de menos... que no se puede definir con las palabras, no se puede de verdad.
Esta noche he vuelto a soñar contigo, era una pesadilla pero sólo con haber tenido tu cara en frente de la mía me conformo, con haberte podido volver a besar...
Te quiero con locura Lila, ojalá pudiera gritarlo lo suficientemente alto como para que me escucharas. Como para que no lo olvides.
Te amo, mi amor. Te amo muchísimo. Quiero que estés siempre conmigo. Siempre, por favor. Hasta que podamos volver a tenernos en frente, pero no en sueños, cuando estemos en la misma realidad.
Te Azuleo pedazo de guapo. Mi niño bonito. Mi pequeñajo.

1 comentario:

  1. Como no voy a ir a recogerte, como podría dejarte dejarte allí sola, sabes k no k no te dejaría llegar allí y no estar esperándote, y llegaré dos horas antes como el hacia y esperarte ansiosa por darte un abrazo y poder notar k somos tres en ese abrazo y llorar juntas k las dos lo necesitamos te kiero mi niña eres lo más bonito k podría tener a su lado te kiero muchísimo te azuleo hasta Neptuno ida y vuelta siete millones de veces

    ResponderEliminar