jueves, 16 de junio de 2016

Historias de estrellas

Siempre fue una estrella caída del cielo. Era todo fuego, todo luz. De día y de noche, no necesitaba a nadie para brillar y al mismo tiempo iluminaba a todo el mundo. A veces si le veías pasar rápido pedías un deseo. Y jo, os aseguro que es la estrella que más deseos me ha concedido. Se veía de lejos que no era de este planeta, que no estaba hecho del mismo polvo que su alrededor, tenía algo en la boca que quemaba. A veces miraba en sus ojos y me encontraba al sol y sabía que si quisiera le podía hacer la competencia. Pero debe ser que las estrellas no están hechas para estar aquí y un día tuvo que volver al cielo. Y su cuerpo se apagó pero su alma sigue brillando, cada día y cada noche, es esa, la que más reluce, la que parpadea sin parar y va cambiando de color, la que parece que sonríe y sigue llameando luz. A la que le sigo pidiendo deseos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario