sábado, 18 de junio de 2016

Veranos

Es difícil abrir los ojos y comprender que no volverás, abrir los ojos y pensar en lo distinto que sería todo si estuvieras aquí, si aún pudieras respirar. Que este verano no vamos a bañarnos en el mar, no vamos a jugar a las palas ni al futbolín, no tomaremos café batido ni helados de yogur. Este verano no vendrás a buscarme a la biblioteca, ni nos pasaremos la noche charlando en la orilla de la playa. Este verano no vamos a ir a la feria ni a jugar al bingo, a los dardos. No te veré montando en los coches de choque, ni bailando con mis pantalones cortos. Este verano no podré pintarte los labios, brindar, perdernos con el coche. Este verano no jugaremos a las cartas, no dormiremos abrazados a 40 grados, no iremos al cine, ni haremos buceo. Ni si quiera celebraremos mi cumpleaños. Pensábamos que este iba a ser nuestro verano, que íbamos a viajar a tantas partes... maldito 30%.
Daría lo que fuera por volver al verano pasado, hace justo un año, volver a vivir cada instante, cuando todavía te quedaban cuatro meses de hacer cosas, de ser feliz. No cambiaría nada porque sé que lo fuiste.
Hoy hace ocho meses desde la última vez que me diste los buenos días, me dijiste lo contento que estabas porque tu madre te dijo que habías engordado, la última vez (y probablemente de las primeras) que hiciste la cama. Ocho meses desde que fui realmente cosciente de lo fácil que te cambia la vida en un segundo. Y es tan fácil que acojona.
Ocho meses pero no te olvido.
Te sigo echando de menos bicho azul.
Te amo martillo grande.
Alioli amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario