viernes, 18 de diciembre de 2015

La eternidad de dos meses

No puedo soportarlo más, no puedo soportar que no estás, no soporto no poder hablar contigo, escuchar tu voz, ver tu cara sonriente. No puedo dejar de sentir que pude haber hecho algo más para ayudarte a seguir aquí, que no hice lo suficiente para salvarte la vida y que por eso en parte ya no estás, ni vas a volver. Hoy hace dos meses desde el puto accidente que me jodió la vida. Que se llevo a mi Vida, a mi Lila, a mi amor. Dos meses que se me han hecho eternos sin ti, pero que a la vez parece que no ha pasado el tiempo. Hay quienes dicen que me ven mejor pero no tienen ni puta idea. Que me distraiga y me ría de vez en cuando no significa que estoy bien, ni mucho menos mejor. Porque no lo estoy, porque me siento exactamente igual que cuando estábamos en el hospital rezando (literalmente) para que te despertaras de una puta vez y estaba tan segura de que te ibas a despertar que no podía tener miedo de que te murieses. Pero no te despertaste, y ahora a veces sigo teniendo la sensación de que te vas a despertar, de que te vas a poner bien. Pero no lo harás. porque no pudiste luchar para seguir aquí. Y mira que eras cabezón, pero esa pared fue más dura que tú, mucho más. Siempre te decía que era incapaz de imaginarme mi vida sin ti, porque así lo pensaba y así lo sentía y ahora no me queda más remedio que vivirla sin ti. Y no puedo, es tan difícil mi amor. Me lo dabas todo, todo lo que necesitaba lo encontraba en ti, eras todo en uno. Por eso eras la última persona que podía imaginar que se iba a morir, porque eras la más especial de todas, la más especial del universo.
Todo el mundo dice que hay que darle tiempo al tiempo, que él será quién haga sanar un poco la herida tan grande que tu muerte me ha dejado en el corazón, que es quién hará que cicatrice. Pero sé que ni todo el tiempo que me queda de mi vida será suficiente para llenar ese vacío tan grande en el que se ha convertido mi alma, porque antes de irte la vaciaste y te llevaste lo mejor de mí, para siempre.
Todo el mundo dice que hay que dejar que pase el tiempo porque es la única manera de estar mejor pero yo no quiero que pase el tiempo porque cada día que pasa te siento más lejos de mí, más lejos desde la última vez que te vi, desde que hicimos todas esas cosas juntos, desde la última vez que nos besamos y nos abrazamos con esa magia que nos envolvía, que nos enamoraba.
Joder, que no se dormir sin tus buenas noches ni respirar sin tus te quieros.
Que no puedo escuchar música sin llorar a mares, porque todas las canciones hablan de ti, de los dos, de lo que ya nunca tendremos.
Todo el mundo dice que tiene que pasar el tiempo pero son los primeros que quieren que pase extremadamente deprisa, y a veces me agobian porque quizá para ellos estos dos meses se hayan pasado como una eternidad de días para pasar página. Como si dos meses fuesen suficientes para fingir que me he acostumbrado a vivir sin ti. Eso es porque no pueden imaginarse lo especial e importante que eras y eres en realidad para mí, aunque nunca se lo contara a nadie.
Y sé que tengo muchas razones por las que seguir luchando, por las que seguir levantándome a pesar de todo, pero eso no hace que deje de ser difícil, ni una puta mierda.
Antes pensaba que cuando me muera nos juntaremos, allí donde vayan las almas, pero estos días me he dado cuenta de que aun así será una puta mierda, porque si el cuerpo se queda aquí y se pudre o se quema, ya nunca más volveré a ver tu cara, a besar tus labios, a olerte la piel. Ni si quiera cuando me muera y si es que nuestras almas se encuentran, podremos ir al cine juntos, o salir a patinar, o montar en bici. Aunque nuestras almas se encuentren ya no podremos hacer nada, no podremos tocarnos, no podremos mordernos, ni si quiera creo que las almas puedan hacer el amor. Entonces ya no me queda consuelo. Ni si quiera cuando me muera. ¿Y si no nos reconocemos?
Así que lo único que puedo pensar ahora es que tendremos otra vida, aunque sea en otros cuerpos, en la que nos volveremos a encontrar y nos enamoraremos y nos haremos felices todos los días, todos los días hasta el final, hasta que se acabe el mundo. Porque te prohíbo volver a marcharte antes que yo, te prohíbo que me vuelvas a dejar aquí.
Te azuleo mi amor, con toda la locura del mundo. Hasta Neptuno ida y vuelta.
Alioli vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario