lunes, 14 de diciembre de 2015

Prometimos amor eterno que duró un momento

Me encantaba eso de regalarnos juntos primeras veces a estas alturas de la vida. Nos quedaban muchas más primeras veces de las que podíamos imaginar. Mañana es otro 15 sin ti, sin tu amor. Otro puto día 15 sin oír tu voz.
Nadie me hacía sonreír como tú. Nadie podrá hacerlo, nunca nadie será tú.
Puedo asumir que te has ido, pero no puedo asumir que no vas a volver. ¿Qué pasa conmigo?. Esto es una gran y jodida mierda, que duele como nada y escuece como nunca.
Daría todo porque volvieras, porque me miraras otra vez de esa manera. Daría todo por rozar tus labios, por besar tu piel.
Cuando estabas en el hospital tu abuela me dijo que le decías que me ibas a arrancar el pendiente del labio de un beso, y el problema es que no quiero que me lo arranque nadie más.
Te juro que te hubiese hecho feliz mi vida, si te hubieses quedado. Pero ya no lo sabrás, ni yo tampoco. Todo hubiese sido tan diferente, hubiese sido tan genial...
Ahora ando por la vida con esta cara larga y estos ojos tristes.
- ¿y tu felicidad, niña?
- Se mató en un accidente de moto.
Y lo que se muere no vuelve. La mataste contigo.
Y fue un accidente porque no tenías que morirte, porque tu eras de esa clase de personas que merecen ser eternas. Como el amor más puro, como el nuestro. Eternas como el infinito del universo. Por eso quiero pensar que estás allí, divagando entre las galaxias, enamorando a las estrellas, esperándome a mí.
¿Cómo se puede echar tanto de menos a alguien?
Te quise, te azuleo y te amaré siempre.
Feliz 15 bicho azul.
Nos vemos en Neptuno.


No hay comentarios:

Publicar un comentario