jueves, 28 de enero de 2016

Después de la tormenta llegó la tempestad

Fueron días de mal tiempo. De esos que llueve mucho y hace un frío terrible. El cielo estaba triste, la vida más. Los días pasaban lentos, grises, tristes. Nunca me han dolido tanto los ojos como aquellos cuatro días. Nunca he tenido tanto miedo como cada noche al acostarme cuando subía a tope el volumen del teléfono y suplicaba porque no me llamasen. El único alivio que sentía era cuando me despertaba y veía que no tenía llamadas perdidas ni mensajes de nadie. Y pensaba "cojonudo, otra noche superada." Me vestía como podía, me comía las cuatro galletas que mi abuela prácticamente me metía en la boca y bajaba corriendo al 'cartel no te ralles' donde me recogía cada mañana tu prima con los peques. Uno de los días llegué justo a la hora en la que estaba saliendo el sol, y le hice una foto al espectacular amanecer que tenía ante mis ojos, porque estaba segura de que cuando te despertaras te iba a encantar verlo. Pero no te lo pude enseñar, fue otro de tantos que te has perdido. Nos pasábamos todo el puto día en el hospital, la mayor parte del tiempo en silencio, rezando para que no nos dijeran nada (porque todo eran malas noticias) y esperando horas y horas a que fuera la hora de entrar a verte. Media hora por la mañana y media hora por la tarde. Durante todo el día venía gente a preguntar por ti, unos llegaban otros se marchaban. Los demás estábamos ahí, haciendo acto de presencia, con la cara desencajada, cuatro días sin dormir, a penas sin comer, cuatro días de miedo y también de esperanza. De aguantarse las ganas de llorar cuando entrábamos a verte, de decirte las cosas más bonitas de este mundo. Había veces que tenía que quitarte lágrimas de los ojos. Quiero pensar que escuchaste cada palabra mientras estuviste en esa cama, que supiste que estábamos ahí. Que te quedaste cuatro días para que pudiéramos despedirte. Fueron días de mal tiempo. Fuera llovía, dentro de cada uno de nosotros había una tormenta terrible. Y después no llegó la calma de la que tanto hablan. Después llegó un ciclón que arrasó con todo a su paso. Corazón, mente, tripas... con todo. No quedó nada. Se llenaron los ojos al ritmo que se vaciaban las almas. Fueron días de mal tiempo, llovía, hacía frío. Recuerdo esa sensación extraña sentada en la ducha mientras el agua ardiendo me caía por la espalda pero seguía congelada por dentro. Las lágrimas llenaban la bañera y miraba a la nada buscando respuestas, buscando milagros. No hay mayor desesperación que vivir con esperanza a la espera. Noches llorando desconsolada. Comidas que no sabían a nada. Mi abuela me peinaba cada mañana, me hacía una trenza de esas que tanto te gustaban. Me ponía una camiseta azul y de camino al hospital tu prima me decía que ojalá fumaras, porque seguro que llegábamos y estabas esperándonos fumándote un cigarro en la puerta. Ojalá te hubieras despertado, que no se me hubiese ocurrido mejor día para empezar a fumar.
Pero no te despertaste y el sol tuvo que esconderse para dejar paso a la oscuridad que desde entonces sale. A la oscuridad que desde entonces guía a este corazón herido de muerte.
Y ese día hacía mucho frío. 
Ese día empezó el mal tiempo.
Dame calor, vida.
Te echo de menos.
Te amo, te amo, te amo.
Alioli amor. 

2 comentarios:

  1. Y tanto k si no creo k haya pasado cuatro días con tanto dolor en mi vida con tantos momentos k me faltaba el aire la noche k desde mi cama espera respuestas y cada vez eran peor la sensación de impotencia de no encontrarte por ninguna red social sin saber si sabrías algo y de saber k este sería el.comienzo de la peor de todas las historia de amor el dolor k este absurdo golpe te causaría esos cuatro días perdía a mi pekeño a mi gitano pero ganaba a pesar del dolor a la.mejor prima k siempre estaré aki para lo k necesites k te kieroo mi niña k cuando te encuentres sola Llámame pero avisa k.me cagó jajaja te kiero

    ResponderEliminar
  2. Y tanto k si no creo k haya pasado cuatro días con tanto dolor en mi vida con tantos momentos k me faltaba el aire la noche k desde mi cama espera respuestas y cada vez eran peor la sensación de impotencia de no encontrarte por ninguna red social sin saber si sabrías algo y de saber k este sería el.comienzo de la peor de todas las historia de amor el dolor k este absurdo golpe te causaría esos cuatro días perdía a mi pekeño a mi gitano pero ganaba a pesar del dolor a la.mejor prima k siempre estaré aki para lo k necesites k te kieroo mi niña k cuando te encuentres sola Llámame pero avisa k.me cagó jajaja te kiero

    ResponderEliminar