domingo, 24 de enero de 2016

Encontrarte

Te sigo buscando cada noche entre mis sábanas, cada día entre mi ropa. Te busco cada tarde en cada puesta, cada mañana en mi almohada. Te busco en cada pluma que soplo, en cada vela que apago, en cada incienso que enciendo. Te busco en las estrellas que iluminan mi cuarto cuando no hay luz, en las que surcan volando el cielo. Te busco en las nubes y en las piedras donde nos sentábamos. En la taza en la que desayunabas, nuestro sofá cama, al otro lado de mi persiana. Te busco en cada trazo de cada dibujo que no te di. En todas las cartas que no recibí. Te busco en los días del calendario, en las agujas del reloj. En las notas de mi piano, ese que ya jamás me oirás tocar. En cada Mercedes que me cruzo, en cada una de tus fotos, en las que ya no saldrás. Te busco en cada cerveza que ya no vamos a destapar, en cada brindis que es por ti y tú no puedes brindar, te busco en el cabecero de mi cama que no para de preguntarme que dónde estás. En ese espejo que extraña tu reflejo cada vez que me miro y ni si quiera me reconozco si no sales conmigo. Te busco cada vez que me da un escalofrío, cada vez que llueve fuera, que el viento grita, que el sol me quema. Ojalá supiera donde encontrarte para dejar de buscarte. Ojalá te encontrara que te ataría a mi cama y no te dejaría volver a moverte. Y no volvería a perderte, a separarme de esos brazos, de esos labios. Ayudáme a encontrarte que no se dónde te puse y no puedo llamarte.

Cuando pierdes lo que más quieres y sabes que no volverás a encontrártelo de frente, aunque lo busques entre la gente, aunque revientes, aunque vacies todos los continentes, aunque te bebas todos los océanos, todos los mares. Aunque lo busques en el fondo de los volcanes, en las frondosas selvas tropicales, en la cima más alta de las montañas, en cada mirada, en cada palabra. Aunque grites, aunque te aprendas todos los mapas, te recorras todos los caminos, aprendas a hacer submarinismo, aunque vueles por todo el cielo y preguntes a todas las nubes, aunque te quedes sin oxígeno de lo alto que subes, no estará. No lo encontrarás.
Y hay días en los que ya no se dónde buscar.
Vuelve joder... te prometo que te voy a cuidar bien. Y ya sabes que yo ya nunca prometo...
Te busco en cada Te quiero pero no te encuentro.

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