domingo, 3 de enero de 2016

La piel del corazón

No te imaginas lo duro que es volver a hacer esas cosas que la última vez que las hice fue contigo y saber que fue la última vez que tu las hiciste. Volver a ponerme esa ropa que tanto te gustaba. Tener tantas ganas de contarte cosas nuevas, cosas que ya sabías y cosas que ni si quiera importan. El simple hecho de escuchar tu risa, tus suspiros, tu cara prestándome atención. Tus manos nerviosas buscando encajar con las mías a la perfección. Querer tener frío para darnos calor. Pegarnos más fuerte que el mejor super glue.
Echo de menos hacer el amor contigo, pero extraño mucho más el momento de después. Esos segundos de silencio en los que nos abrazábamos desnudos y solo se escuchaba la respiración aún acelerada y las sonrisas de complicidad, las caricias por la espalda y esos besos que dejaban marcas de ternura.
Una vez me dijiste que yo te había enseñado que hacer el amor no es piel con piel si no corazón con corazón. Que era el momento en el que más cerca podíamos estar y que era una sensación tan increíble que no parecía real.
Y es que estar contigo era ese sueño lúcido que se podía sentir. Eras mi deseo concedido que despues de tantos años conseguí. Lástima que no pedi que fuera eterno. Que fueramos eternos. Tu y yo, para siempre.
Sé que tendré que seguir, y que este sólo ha sido el primer diciembre sin ti, y ahora cuando tengo que pedir un deseo ya ni si quiera sé que pedir. Que ya tendré que conformarme siempre con lo bueno despues de haber tenido lo mejor. Despues de sentir como se te escapaba la vida entre mis dedos, mi felicidad en las últimas bocanadas de tus labios.
Todo me sigue recordando a ti y nadie puede sustituir el amor que tu me dabas ni llenar el vacío que me has dejado, por eso me siento tan sola aunque me rodee de personas. Al final todos tienen que seguir con su vida, aunque yo ahora mismo no pueda seguir con la mía. Ojalá estuvieras aquí, porque sé que tu la hubieses parado conmigo. Que hubieses andado a mi ritmo, pegado a mi. Nunca habrá nadie como tú, por eso siempre tendré esta falta de ti. Aunque pase el tiempo, aunque pase el frío. A veces sigo sin poder creerlo.
Me mata echarte tanto de menos. El dolor es tan insoportable que temo que me lleve a la locura. Aunque allí puede que te encuentre porque estuvimos juntos en muchas ocasiones. Como en las nubes, que la penúltima vez que estube era contigo, tú me llevaste. A ver ese cielo azul y todas esas estrellas que habían aprendido a escribir nuestros nombres.
Te quiero, mi vida.
Te quiero martillo gigante, y sólo tú sabes cuantísimo es eso.
Alioli mi amor

1 comentario:

  1. No estás sola mi.niña yo te kiero un montón y lo sabes y el estará muy contento al vernos juntas dormir en mi cámara esperar a k nos pare el reloj te echo.mucho de menos y pronto te daré un abrazo

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