jueves, 18 de febrero de 2016

Atrapada en esta vida

No puedes imaginar lo que significa volverse claustrofóbica, sentirte atrapada en tu propio cuerpo, querer huir y no tener a dónde. Ojalá pudiera huir de este mundo, de estos días, de estos meses. Huir del tiempo, del daño, incluso de la gente.
Todos los días intento resolver la estúpida encrucijada que me haga comprender dónde cometió el error la vida aquella tarde, hace cuatro meses, cuando te dejó caer de sus brazos y te rompiste en mil pedazos, frágil como un cristal, como todo mi ser, que ni si quiera se cayó, le bastaron cuatro palabras para estallarme en el pecho y atravesarme por todas partes, matándome de dolor.
¿Cómo es posible pensar que es real? Que se acabó, que nuestra historia se acabó, que te he perdido para siempre y ni si quiera te pude decir adiós.
A estas alturas todo tendría que ser tan diferente... tendría que ser genial, sencillamente genial. ¿Por qué no lo es? ¿Por qué a nosotros, joder, porqué a ti? Daría lo que no tengo por volver a sentir tu abrazo otra vez, otra última vez.
Es tan difícil... me sentía Dios a tu lado, me sentía tan grande, tan fuerte, tan invencible, me sentía valiente, poderosa, me sentía inmortal. Que mierda de inmortalidad la nuestra. Sabes que te voy a querer siempre, en todas mis vidas, pase lo que pase y hasta el final. Que odio a la vida, odio al mundo, odio todo, lo odio, odio tener que vivir sin ti, mierda, joder. Es el peor castigo que me podían poner. Eras lo mejor, lo mejor que he tenido en mi puta vida. Me siento tan incompleta... tan encerrada en este dolor...
Ojalá pudiera desgarrarme la garganta chillando, llamándote a gritos, rogándote que vuelvas, que vuelvas por favor, que no te imaginas cuánto te necesito.
Cada detalle me recuerda a ti y es tan difícil avanzar... ya no tengo equilibrio sin ti.
Tu me hacías girar, movías mi mundo a toda velocidad, me descontrolabas el corazón, me hacías volar, vivir en un sueño día tras día, soñar viviendo cada noche.
No sabes cómo echo de menos esa sensación de adrenalina subiéndome por el estómago cada vez que tenía un mensaje tuyo, cada vez que estábamos a punto de vernos. Esos nervios tontos, esas mariposas que parece que te van a levantar del suelo, el hormigueo en las manos, comernos a besos en cada reencuentro, matarnos a abrazos en cada despedida. Y me tiraba dos meses sin verte y me parecía una eternidad, no me quiero imaginar cómo será el resto de mi vida, sabiendo que podía haber sido NUESTRA.
Ya son cuatro meses sin saber de ti, cuatro meses sin verte, cuatro meses con el corazón herido de muerte. Y parece que fue ayer la última vez que te escuché respirar. Cuatro meses que parecen una eternidad y que a la vez es tan insuficiente para sanar el dolor que ha dejado un amor tan inmenso... tan inmenso como el nuestro, que yo llegué a creer que no tendría fin, que no acabaría nunca. Pensaba que era lo más duro y fuerte que podía existir en el mundo, que habíamos creado juntos. Hasta que se nos rompió en las manos y nos cortó los sueños.
Hoy hace cuatro meses que entraste en ese sueño profundo del que no te despertaste. Ojalá puedas tú al menos soñar cosas bonitas, tener la mente tranquila, la conciencia calmada. Ojalá tu corazón de verdad no sufra, que no extrañe. No hay mayor dolor que echar de menos a alguien, a ese alguien.
Mi Lila, mi bichito azul, mi pequeñajo, mi vida... que raro se me hace llamarte últimamente por tu nombre cuando hablo de ti, ese nombre que sólo mencionaba cuando estaba realmente enfadada contigo. Cómo echo de menos nuestras discusiones. ¿Te acuerdas la primera vez que me enfadé contigo? Fue porque me pegaste tal bocado en la espalda que me mataste de dolor, me salió un moratón más grande que un castillo y todavía me decías que no me habías mordido fuerte. ¡Pero serías desgraciado! Si me dolió el hombro una semana entera que no podía ni levantarlo. Te juro que si volvieras te dejaría morderme todo lo que quisieras, hasta hacerme sangre, hasta arrancarme el cacho.
Te echo de menos mi amor, todos y cada uno de los días que respiro sin ti. Que sobrevivo sin tu amor.
Te azuleo chico guapo.
Alioli.

No hay comentarios:

Publicar un comentario