martes, 9 de febrero de 2016

Ser el alguien de ese alguien

Hola mi amor,
perdona, ya sé que llevo algunos días sin escribirte. A veces no tengo las suficientes fuerzas para sentarme y plasmar cada palabra que se me pasa por la cabeza, sobretodo cuando me meto en la cama por las noches y mi cerebro se evade de este mundo y se inventa uno nuevo, contigo.
Esta mañana he estado cuidando al bollo, que rabia me da que al final no vayas a conocerle nunca. Me ha pedido que le leyera un cuento y, ¿a que no sabes cómo se titulaba? La lágrima Lila.
En cuanto lo he visto he sonreído para mis adentros, segura de que era una señal, y a la vez he sentido tanta rabia de no poder decírtelo. Me encantaría escuchar tu voz, que un día fuera andando por la calle y de pronto me hablaras al oído y poder responderte, y preguntarte si estás bien, si se está allí tan a gusto que por eso la gente nunca vuelve. Sobretodo preguntarte si volveré a verte y si es verdad que todavía me quieres, porque te juro que hay días en los que ya no siento lo mucho que me querías y eso me asusta, porque sé que yo no dejaré de quererte en la vida (ni en la muerte), pero me da tanto miedo que tú puedas dejar de quererme, que de pronto me olvides... muchas veces me decías que te arrepentías de no haberte fijado en mí antes, para que hubiésemos podido vivir esto desde pequeños, desde que yo me volví loca por ti con 13 años. Yo siempre te decía que todo pasa por algo, y que probablemente de haber empezado nuestra historia en ese momento a estas alturas ni si quiera nos hablaríamos. (Aunque de alguna manera sí que empezó). Por eso siempre te he dicho y he pensado que antes de estar conmigo tenías que cometer toda esa cadena de errores que te volvieron a llevar a mí, para que aprendieras de ellos y pudieras hacerme feliz como sólo tú podías hacerlo. Como lo hacías cada uno de los días de mi vida que te he tenido a mi lado. Y yo me esforzaba por compensarte, por hacerte todo lo feliz que sabía, y te juro que lo hice lo mejor que supe, lo mejor que pude. Nunca he creído en las casualidades, siempre he pensado que todo pasa porque tiene que pasar algo y que el destino está escrito. Ahora mi duda es, ¿esto era lo que tenía que pasar?, ¿o esto tenía que pasar para que pasara algo, para que pase?. Y si es lo segundo, ¿qué coño es lo que tiene que pasar ahora? Porque me da pánico pensar que sea lo que sea ya no puedo contar con tu apoyo. Y porque dudo que sea algo bueno, no me imagino el día en el que me pueda pasar algo bueno en mi vida, eso sí que me daría miedo. Como antes de tu accidente, que ya decía yo que llevaba demasiados días de buenas suerte y eso me acojonaba porque era raro de cojones, y mira. Ni toda la buena suerte del mundo compensaría la pésima mierda de haberte perdido. En realidad no creo en la buena suerte, supongo que sólo existe la mala y la ausencia de mala. Porque a estas alturas de la vida yo ya me conformo con que dejen de pasarme desgracias, me da igual si me pasan cosas buenas, eso es bastante secundario. Además estoy segura de que no hay nada en todo el jodido mundo que me pueda pasar por muy maravilloso que sea que pueda compensarme por haberte perdido. Porque tú lo eras todo. Todo en la misma persona. Que increíble sensación era priorizar a alguien que te priorizaba por encima de todo, alguien que te comprendía, que no te juzgaba, alguien con quien perdiese significado la palabra "aburrirse." Que bonito era saber que era el primer pensamiento de alguien cuando se despertaba, el último antes de dormirse. Alguien que me transmitía tanta protección que no podía tenerle miedo a nada. Me creía invencible a tu lado, mi amor. Tú eras ese alguien de mi vida por el que lo hubiese dejado todo, ese alguien por el que merece la pena cualquier cosa. Ese alguien que me llenaba, que me completaba, que por fin había encontrado que hacía mis sueños realidad. Tú eras mi deseo concedido vida, y eso jamás podrá volverlo a ser nadie. Y ese tal nadie no sé quién será, pero tú seguirás siendo mi alguien. Siempre lo serás. Jamás lo olvides.
No hay nada más bonito en este mundo que ser el alguien de ese alguien, de tu alguien.
Me acuerdo de ti cada día, cada segundo. De lo bueno que eras, de lo orgullosa que estaba y estaré de ti siempre.
Te quiero, te amo y te amo. Ojalá supieras cuanto.
Alioli azul, mi amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario