lunes, 1 de febrero de 2016

Durmiendo en sueños, viviendo en pesadillas

Hoy he soñado contigo. Estabas muerto pero podías hablarme y tocarme y yo era feliz. Te decía que me daba igual, que yo quería estar contigo aunque a penas pudiera verte, aunque ni si quiera pudieran verte los demás. Menuda mierda cuando me ha despertado mi hermana y me he dado cuenta de que sigo viviendo en la misma pesadilla de hace tres meses. Al menos de vez en cuando puedo seguir soñando contigo. Conclusión: hoy también llevo todo el día llorando. Que asco, de verdad. Y menos mal que hoy hace sol. Ahora me ducharé y me iré yo sola a dar una vuelta, a sentarme en mi sitio favorito del mundo, ese en el que hace exactamente un año me sentaba contigo. Lo peor de todo es no ser capaz de encontrar a nadie que me entienda, a nadie que sienta que me comprenda de verdad. Que comprenda como me siento, porque sólo consigo encontrar frases hechas y palabras de apoyo que ahora mismo me parecen vacías. Y además, ¿qué haces? coges la agenda del teléfono y mientras se te caen las lágrimas de los ojos vas pensando quién va a ser el pobre desafortunado al que vas a llamar para amargarle la tarde contándole tus penas. A veces por eso no me apetece hablar con nadie ni quedar con nadie. ¿Para qué? No quiero molestarles, ellos tienen la suerte de poder hacer lo que quieren con quien quieren y son felices. Mi abuela siempre dice que hay personas que nacen con estrella y otros que nacen estrellados. Yo soy del segundo grupo. Y porque no hay un tercero. Lo que más me jode de esto es que si tú estuvieras aquí sentiría todo tu apoyo. Pero ya no lo tengo. Eras la persona que más me apoyaba, la que estaba siempre incondicionalmente de las circunstancias, la que me priorizaba por encima de todo. Ya no tengo a nadie así, y no lo quiero tener.
No quiero encontrar a nadie nunca que sea mejor que tú, no quiero querer a nadie tan fuerte como a ti.
Yo te quiero a ti, joder.
Me pongo a ver todas tus fotos y pienso como es posible que la muerte se haya llevado a alguien tan bonito. Y luego pienso que quizás es eso, que eras demasiado bonito para esta vida.
Sé que estoy rodeada de gente, mi amor, y por eso es todavía más frustrante sentirme tan sola.
Daría lo que fuera porque volvieras a mí, lo que fuera.
Sabes que si hubiese podido hubiera dado la vida por ti mil millones de veces. Pero entonces a ver que hubieses hecho tú, con tanto dolor encima. Esto es horrible. Sigo sin pensar que me ha pasado a mí. Me miro en el espejo y te juro que no me reconozco, que simplemente siento pena de la chica que se me pone en frente, siento que no la conozco pero sé por lo que está pasando y me da por empatizar con ella, y siento pena, siento lástima. Me dan ganas de abrazarla pero no puedo.
Tiene ese vacío de amor en la mirada. Ese pozo negro en el corazón. Esa herida gangrenada en el alma. 
No puedo echarte más de menos, voy a explotar de tanto hacerlo. Voy a reventar por dentro.
Te quiero muy lento. Muy fuerte. Con toda la locura del universo. Ya lo sabes. No dejes de quererme.
Te amo Lila.
Siempre tú. Siempre has sido tú y siempre serás tú.
Alioli azul.

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