miércoles, 24 de febrero de 2016

Un golpe de suerte

¿Sabes? Lo he estado pensando y me he dado cuenta de que toda mi vida ha sido un desastre desde ese crucero, y creo que he descubierto porqué.
Estoy segura de que toda la buena suerte que cada persona guarda para toda su vida yo la gasté el día que te conocí, porque (y aunque tuve que esperar muchos años) me hiciste la persona más feliz del puto planeta. Y te juro que aunque no vuelva a tener suerte en la vida (de la buena, quiero decir) ha merecido completa e infinitamente la pena y la volvería a apostar toda a ese día si volviera a conocerte. Aunque nada me vuelva a ir bien nunca, te tuve conmigo, conseguí que me quisieras con esa locura que sólo tú y yo conocemos y no hay más suerte que esa, fue una suerte insuperable.
Ese día me cambió la vida completamente, aunque en ese instante ni si quiera lo sabía, pero hoy estoy dónde estoy y con quien estoy gracias a ese día, a ese viaje. La suerte de coincidir en un barco que aunque surcaba hacía otros países me llevaba a otro planeta. Y sólo eramos unos mocosos en plena edad del pavo haciéndo el imbécil para arriba y para abajo. Y ya ves, nueve años después aquí estoy, muriéndome de pena de lo fuerte que es echarte de menos porque has desaparecido de la faz de La Tierra. Es que es jodidamente surrealista lo mires por dónde lo mires. Hace poco más de cuatro meses éramos las personas más enamoradas del mundo, las que más se querían, las que más felices se hacían, las que mejor encajaban, era perfecto. Era jodidamente perfecto estar contigo. Y en cuestión de segundos en el momento menos pensado... ¡¡¡PUM!!! A la mierda todo. Cómo si lo hubiera soñado, cómo si nunca se hubiese hecho realidad como lo hizo.
Pero lo fue, lo vívimos y lo disfrutamos a unos niveles sobrehumanos. Así que tengo que estar eternamente agradecida a mi buena suerte por empeñarse en conocerte aquel día, toda la vida cuestionándola y quejándome de su ausencia y gracias a ella he conocido y me ha querido con todo su ser la persona más bonita y especial que ha existido y existirá jamás. Así que gracias a ella y a la tuya por montar en ese barco y no en cualquier otro. Aunque sea una desgraciada toda mi vida... no cambio mi buena suerte por nada.
Te quiero mi amor.
15 millones de besos azules.

No hay comentarios:

Publicar un comentario