lunes, 9 de noviembre de 2015

Sonrisas

Miro una vez y otra vez y otra vez nuestras fotos. Que difícil es tenerte tan cerca y no poder besarte, ni si quiera abrazarte. Pero qué sonrisas. No hay una en la que salgamos serios. Era imposible. No recuerdo nunca haber sonreído tanto como cuando estaba contigo. Volaban sin querer de tu boca a la mía y no podíamos hacer nada para evitarlo. Creo que mis labios nunca han sido tan felices. Ya no volverán a serlo. A veces sonrío, sí. Incluso me río a carcajadas de alguna estupidez. Pero no es igual. Hay tristeza en mi boca. En mis ojos. Ya no llevo media luna creciente en la cara. Y cuanto más te miro más guapo me parece que eras. Has dejado un cuerpo bonito, eh. Que suerte tienen los gusanos. Me dan ganas de vomitar sólo de pensarlo. De echo a veces vomito, creo que es porque se atragantan las sonrisas en mi garganta. Esas que ya no encuentran el motivo para salir y viven esperando que las provoques. Pobres. No saben que se van a morir. Ojalá os encontréis allí dónde estéis, dónde vayáis.
Que te den muchos besos de mi parte. Cuídalas. Con nadie van a estar mejor que contigo. Al fin y al cabo te pertenecen. Te las ganabas todas. Se enamoraban. Era imposible no enamorarse. Imposible no quererte.
Te quiero, sonrisas azules.


2 comentarios: